Algo que se ha puesto sobre el tapete en el mundo del deporte es la salud mental. El ritmo de competición del deporte de élite esta haciendo mella en muchos profesionales, algunos se han visto obligados a abandonar sus carreras para cuidar su bienestar emocional y mental.
Es irónico que si vamos al origen de la palabra «deporte» viene del latín deportare cuyo significado es «divertirse», «descansar». Traslapando esta situación con el ámbito laboral, vemos puntos en común. El trabajo hoy día soporta enormes cuotas de estrés que tambien estan dejando taras en los trabajadores con la consiguiente consecuencia: falta de rendimiento, poca motivación, fragilidad emocional, ansiedad. Esta circunstancia nos plantea la siguiente pregunta:
¿Cuáles son las causas?
La salud mental es según La Organización Mundial de la Salud un estado de bienestar en el que la persona puede desarrollar sus capacidades, hacer frente al estrés de la vida normal de la vida y trabajar de forma productiva. Si bien el norte de toda empresa es la productividad, hacerlo a costa de la salud mental de los contratados no solo repercute en el individuo sino en la propia compañía. Entre las causas de la merma en el bienestar mental están el exceso de trabajo, dificultades en la comunicación, condiciones laborales poco adecuadas, etc. ¿Tiene remedio esta situación?, veamos…
Poniendo manos a la obra
Vamos a valernos de un símil futbolístico. ¿Porqué al obtener el equipo un resultado negativo en un encuentro deportivo la culpa suele recaer sobre el entrenador?, pueden ser muchas causas pero por lo general suelen ser dos:
1- Mala estrategia al abordar el partido
2- No conocer a sus jugadores
El segundo punto es el que nos interesa, el entrenador debe conocer a sus jugadores, cual es su potencial, cuanto puede exigirle y ser claro al hacerlo. En el ámbito laboral ocurre lo mismo, el encargado o jefe de cualquier departamento en una empresa debe conocer a sus subordinados, dicho conocimiento del mismo debe llevarlo a potenciar sus habilidades, un buen lider sabe sacar lo mejor de quienes supervisa.
Velar por un espacio laboral adecuado, buena comunicación e incluso flexibilidad horaria, suelen ser incentivos para cualquier trabajador. Para poner punto final a este tema queremos resaltar la importancia de una buena comunicación, clara y siempre bajo el marco del respeto, si queremos podemos subrayar la palabra respeto.
Querido lector, aunque suela parecer una utopía, fomentar un buen ambiente laboral es cuestión de todos, sin embargo es turno para ti ¿cual ha sido tu experiencia?, nos gustaría saberlo en los comentarios.
¡Hasta la próxima!
