Los negocios son los negocios, la banca siempre gana y podriamos seguir mencionamos frases sobre el sistema financiero que ha llevado a muchos a formarse una imagen negativa, cuasi siniestra de los bancos cuyo resultado es por ejemplo una encuesta del Ranking de Marcas mas influyentes, ningún ente bancario figure entre los diez primeros.

Si embargo y rompiendo una lanza a favor, con una estricta regulación y un correcto uso aportan un beneficio para todos, pero sin simplificar tanto y ahondando un poco el tema con un café de por medio, veremos el importante papel que cumplen en la economía de nuestra sociedad.

Esta falta de popularidad puede parece contradictorio ya que muchas empresas y particulares han conseguir materializar sus proyectos y sueños gracias a la ayuda financiera y condiciones prestadas por el sistema bancario, esta situación paradójica puede hacernos surgir la pregunta ¿que falla?. No existe una única respuesta y cada respuesta no puede gustar a todos, como dice el dicho para gustos colores.

Poniendo la lupa en la situación hay un elemento que pueden sernos de ayuda: una buena comunicación. Como toda relación que se precie, la salud de la comunicación suele determinar el éxito del mismo y los bancos no iban a ser la excepción cumpliendo literalmente el slogan de una famosa tarjeta crediticia «hay cosas que el dinero no puede comprar». Ante esta situación los bancos se han tenido que arremangar y poner manos a la obra en mejorar la comunicación con sus clientes y la sociedad en general, algo que en los últimos años han hecho a través de campañas publicitarias y en la transformación digital, agilizando y facilitando las gestiones financieras y demás trámites de sus clientes.

Dicho llanamente «Obras son amores y no buenas razones», junto a una buena gestión de comunicación deben verse obras que convenzan a la sociedad de la utilidad del sistema financiero para la prosperidad de todos.

Y tú apreciado lector ¿qué opinas?. Nos gustará leer tus comentarios al respecto, donde no importan los bandos sino la útilidad para nuestra sociedad.

Cambiando de registro, en el próximo artículo hablaremos de la temida lucha de egos en los trabajos, como gestionarlo desde el punto de vista del empleado y el supervisor.

Hasta la próxima.